Recuerdos de la Escuela Parroquial Mixta Santa Cruz

Cuando yo era niño las clases comenzaban el 15 de enero, descansábamos en Semana Santa y el año Escolar terminaba el 15 de octubre.

Había algo raro también, los maestros no se enfermaban no recuerdo que los maestros faltaran tantos días seguidos.

 

Si el maestro te regañaba, no te convenía decir nada en tu casa porque seguro te volvían a regañar y de paso un castigo.

Ni la lluvia impedía faltar a la escuela, porque era como tu segunda casa, daban ganas de ir. (y regresar a casa empapado de agua de lluvia era un gran placer)

El maestro se le respetaba, era como si te regañaran tus propios padres. Tenían mucha autoridad y siempre se les respetaba.

Los recreos eran divertidos, nadie andaba pensando en hacer cosas indebidas. Los maestros tomaban café en la cafetería y no nos cuidaban en el patio porque sabíamos qué podíamos hacer y qué no.

Era un honor llevar y traer los libros del profesor, buscar el mapamundi en la dirección, pedir yesos o tocar el timbre. Cuando nos daban la carpeta de asistencia de maestros para llevarlo a los salones era un verdadero honor.

Si pedíamos permiso una vez para ir al baño teníamos que volver a la mayor rapidez posible. Nos turnábamos para borrar el pizarrón y sacudir las almohadillas y también era un honor llegar temprano.

Que honor tan grande cuando estabas en formación en la izada de Bandera y que mencionaran tu nombre para salir al frente y que te colocaran la banderita. ¡Qué alegría enorme era contarle a Mamá "izamos bandera o cargamos la bandera!

Jugar con la pelota de letras, saltar lazo, jugar tenta, el electrizado, al escondite, al trompo, a los cincos, tomar distancia en la fila, el largo de nuestro brazo para ser exactos.

El reto más grande era ganarle el torneo interclases a los del grado más alto.

Los problemas se arreglaban a la salida

Nos enseñaban que Colón descubrió América... Era un reto aprender sobre la historia de Guatemala y el mundo... hoy muchos jóvenes no saben ni el significado de la palabra "bicentenario"

No sé cuándo aprender historia, pasó a un segundo plano, no sé cuándo los maestros comenzaron a enfermar para necesitar un remplazo y el remplazo otro suplente.

Desde cuándo los padres golpean a los maestros o desde cuándo los mismos alumnos sacan su furia contra ellos. Cuándo fue que revisar las cabezas, el corte de cabello, uñas, ausencia de maquillaje en las niñas, el largo de la falda y el estado del uniforme en general, pasó de ser un acto de salubridad a una discriminación.

Cuándo un acto patrio sólo fue un feriado... No sé cuando se perdió la escuela o el Colegio como institución, cuándo se perdieron los valores, el respeto a los maestros como ejecutores de enseñanza. Si esto es el progreso... perdón señores, pero si esto es progreso, que atrasados andamos.

Yo también viví esa época. 

¡¡¡Cuán felices éramos!!!  

Autor | Guillermo Gm Gatio

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