Leyenda de la llorona en Guatemala
Cuenta la leyenda que, durante la noche, en lugares cercanos a fuentes de agua como rÃos, lagunas o lagos, se escucha el llanto agónico de una mujer que busca a sus hijos. La tradición oral relata que, si una persona la escucha lejos, es porque ella realmente se encuentra cerca; mientras que, si se le escucha cerca, es porque está lejos.
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| Leyenda de la llorona en Guatemala |
La leyenda de La Llorona es la historia de MarÃa de los Remedios, una mujer desdichada que por un amor prohibido ahogó a su hijo recién nacido en las aguas de un rÃo.
El escritor guatemalteco Celso Lara Figueroa, relata que luego de los terremotos del 29 de julio de 1773 en el paÃs, la población se mudó a la Nueva Guatemala de la Asunción. MarÃa de los Remedios se sentÃa triste por haber dejado su casa en donde creció y tener que comenzar en un lugar nuevo.
En la nueva ciudad vivÃa en una casa muy grande, ubicada en el Callejón de Soledad, en el barrio de San Sebastián. Sin embargo, estaba sola porque su esposo trabajaba lejos, lo cual le remarcaba su soledad y tristeza.
En el barrio vivÃa Juan de la Cruz, un fontanero apuesto que trabajaba en la esquina de la Calle de Concepción y Calle del Manchén, en donde repartÃa el agua del sector. Este joven se sorprendió por la belleza de MarÃa de los Remedios, por lo que usó su oficio para acercarse a la hermosa mujer.
Para MarÃa de los Remedios era un halago que Juan de la Cruz se hubiera fijado en ella, a pesar de estar casada. Esto también hacÃa que se lamentara por no haber tenido la oportunidad de amar libremente, ya que su matrimonio fue arreglado por su madre.
Un dÃa, la casa de MarÃa de los Remedios amaneció sin agua, por lo que requirió los servicios de Juan de la Cruz. A pesar de que era un trabajo sencillo, este lo alargó durante siete dÃas para estar cerca de la bella mujer. Desde entonces, ambos iniciaron una relación amorosa.
Luego de un tiempo, MarÃa de los Remedios estaba embarazada. Sin embargo, la aflicción se apoderó de la pareja, ya que el esposo de doña MarÃa regresarÃa pronto. En el barrio comenzaron los rumores, los cuales atormentaron más a la mujer, por lo que decidió alejarse de todos, incluido Juan de la Cruz.
Después de dar a luz, en un anoche de desesperación, porque ya estaba cerca el regreso de su esposo, se vistió de negro y salió rumbo al oriente, con destino al rÃo de Las Vacas. Al llegar, hundió a su hijo en las frÃas aguas, por lo que se ahogó.
La leyenda señala que la belleza de MarÃa de los Remedios desapareció y se convirtió en La Llorona, ya que minutos después de haber ahogado a su hijo se arrepintió. Por ello, ahora llora y lanza gritos escalofriantes cuestionándose en dónde está el pequeño Juan de la Cruz.
La historia de La Llorona tiene varias versiones, como cualquier leyenda de Guatemala. Sin embargo, todas coinciden en que es una mujer vestida de blanco que deambula al final del dÃa en busca de sus hijos, a quienes ahogó en un rÃo.
Se caracteriza por el terrorÃfico grito “¡Ay, mis hijos!”, el cual hace que la piel de quien la escucha se enchine y los pasos sean pesados y lentos, a tal punto que no pueden caminar.

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