Ni en sus más locos sueños Heimer Edim Pedro Andrés pensó que un día sería chef de uno de los restaurantes más legendario de Los Ángeles, famoso por ser el lugar de reunión favorito de celebridades y estrellas de cine.
Mucho menos imaginó que lo lograría a sus 28 años, pero desde hace un año y medio, este guatemalteco de origen maya es el chef del restaurante The Smoke House en la ciudad de Burbank, en el condado de Los Ángeles.
“Nunca pensé llegar a donde estoy, pero este es el inicio de algo bonito. Como todo soñador, siempre me ha movido querer ser alguien”, dice Heimer Edim.
Miembro de una familia de nueve hermanos, nació y creció en su pueblo Santa Cruz Barillas, hablando el idioma Q’anjob’al.
“Siempre me gustó cocinar y ponerle mi toque a la comida. Cocinaba con lo que encontraba, y muchas veces eran solo frijolitos”, dice este joven chef.
Heimer Edim Pedro Andrés es el chef del restaurante The Smoke House en Burbank, California. |
En busca de superarse, Heimer Edim dejó Barillas, ubicado en Huehuetenango, Guatemala y emigró a Estados Unidos cuando tenía 19 años.
“Llegué a Chicago, y mi primer trabajo fue en un restaurante como lavaplatos, pero en tres o cuatro meses, ya era el cocinero principal. Lo que pasa es que me encanta la cocina y soy rápido para aprender”.
Durante casi una década de vida en este país, dice que a su paso por diferentes restaurantes, aprendió a cocinar diferentes tipos de comida.
“Aprendí a preparar comida italiana, brasileña, mexicana y del medio oriente”.
Al mismo tiempo, ha recorrido todas las posiciones en un restaurante, encargado, manager, chef, pero también fue mesero.
En 2018, emigró a Los Ángeles en busca de nuevas oportunidades en el mundo de la cocina.
“Comencé a trabajar en restaurantes en la playa de Santa Mónica”.
Pero cómo fue que llegó a trabajar a The Smoke House.
“La persistencia y la motivación de no dejar de luchar por mis sueños y buscando los espacios. Nadie te va a dar la oportunidad si no haces lo mejor que puedas en tu trabajo ”.
Y ser tan joven, no fue un obstáculo para que lo nombraran chef del Smoke House.
“Tienes que creértela, y estar dentro del juego y el equipo, y motivar a tus compañeros”.
El guatemalteco Heimer Edim Pedro Andrés es un chef muy reconocido. |
Heimer Edim dice que nunca se da todo el crédito ni anda diciendo por ahí, “yo soy el chef. Simplemente somos un equipo. He trabajado y trabajo con gente muy profesional de la que he aprendido mucho. Ahora tengo un cocinero por la tarde que para mi es un chef”.
¿Cuál es la clave para que el restaurante Smoke House siga siendo un sitio tan concurrido y preferido por los famosos?
“Sin duda que es la calidad de los alimentos, el sabor y el sazón que le pones cuando cocinas, y ser consistente en eso”.
Y el joven chef guatemalteco tiene sus propios sueños como ganarse una estrella Michelin.
“La verdad que la vida me ha sorprendido y me ha llevado a lugares como este restaurante a donde jamás imaginé que llegaría a trabajar y ser chef”.
Los cortes de carne son una de las especialidades del restaurante The Smoke House.
A lo largo de estos casi diez años que lleva en Estados Unidos, dice que ha intentando dejar las cocinas de los restaurantes y enfocarse en otras actividades.
“No sé qué pasa, que cuando he intentado retirarme para probar otras cosas a ver si me gustan, el restaurante me llama. Es como si me dijera, a dónde vas, no es por allá, este es tu camino, por aquí te vas, y no me deja ir. Es un llamado”.
Dice que cuando comenzó a trabajar en el Smoke House, le gustó el concepto de ofrecer los cortes de carne al estilo de los años 70.
“Me agrada mucho toda esa experiencia de volver al pasado, de conservar esa parte de nuestra historia, la temática y la música. Es como si regresaras a vivir esa época”.
Heimer Edim dice que en la cocina del histórico restaurante que en octubre cumple 78 años de vida, los trabajadores son latinos.
“Siempre he buscado la respuesta al porqué en las cocinas de los restaurantes sin importar el tipo de comida, los trabajadores son puros latinos”.
Y dice que la respuesta que siempre encuentra, tiene que ver con que los latinos saben trabajar muy bien.
“He trabajado con muchos oaxaqueños en las cocinas. Ellos son muy buenos, me animaban y me motivaban. Me decían ‘chapín’, y me pedían que si alguien me preguntaba de dónde era, dijera que era oaxaqueño, pero no puedo negar mis raíces y no decir que soy guatemalteco y maya. Yo también traigo lo mío, soy muy rápido en la cocina y me sé mover”.
Contento con sus logros, este joven chef, es padre un niño de un año y medio, y su compañera y él, están en espera de otro bebé.
“El camino hasta llegar a ser chef del Smoke House ha sido difícil, pero no he dejado de luchar. Por eso les pido a los inmigrantes que están comenzando que no se den por vencidos en su sueños. El camino es hacia adelante, no para atrás. A mi me decían que no iba a poder por ser muy joven, pero aquí estoy”.
El restaurante The Smoke House fue construido al final de la Segunda Guerra Mundial y es uno de los pocos de esa era que sobreviven. No era raro ver en el lugar a estrellas como Judy Garland, Errol Flynn, Milton Berle o Robert Redford. Más recientemente a George Clooney.
Desde un restaurante con capacidad para 46 personas en 1946 hasta la estructura actual en Lakeside Dr., el Smoke House ha crecido hasta convertirse en un venerable restaurante y un antiguo bar de Hollywood que los lugareños, artistas y dignatarios todavía disfrutan en el siglo XXI. Su lema es que cada comensal se sienta tratado como una estrella.
Fuente | La Opinión
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